Es frecuente escuchar o preguntar a las personas que se han hecho algún tatuaje, el motivo para tener una u otra figura tallada en el cuerpo y entre muchas de esas respuestas está una persona o lugar favorito, un momento o fecha especial que recordar o una cicatriz que cubrir.
En el caso de Amanda Munaretti Selbach, una empresaria de 39 años de edad, su tatuaje le ha salvado la vida.
Munaretti le contó a la BBC de Londres lo que le pasa debido a las alergias que tiene frente a algunos medicamentos, pues desde muy pequeña se dio cuenta qué le hacía daño a su cuerpo.
Entre los síntomas que presentaba, Munaretti le dijo a la cadena británica "Mis ojos y mi boca comenzaron a hincharse cada vez que tomaba estos medicamentos. Después se fue agravando hasta que empecé a sentir que se me cerraba la garganta y a tener dificultad para respirar".
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Y es que, luego de buscar ayuda médica, la empresaria se enteró de que su organismo no tolera medicamentos como el diclofenaco, el ibuprofeno, la dipirona y muchos más.
Esta mujer tuvo dos grandes sustos cuándo tuvo a sus dos hijos, ambos por cesárea.
En la primera ocasión, narró la mujer, “El médico dijo que necesitaba un antiinflamatorio debido a los riesgos de inflamación posoperatoria. Tan pronto como fui a la habitación después del nacimiento de mi hijo comencé a sentirme enferma. Mi cuerpo hormigueaba, mi glotis se cerró, ya no podía hablar y tenía dificultad para respirar. Casi muero”.
Para el segundo episodio, Munaretti Selbach ya había advertido a los médicos sobre los medicamentos a los que era intolerante, sin embargo, al ser sometida a cesárea para dar a luz a su segundo hijo le aplicaron medicinas para controlar el dolor, que ella no toleró.
A Amanda, un tatuaje le ha salvado la vida
Por eso, la mujer decidió hacerse un tatuaje en su brazo izquierdo el nombre de los medicamentos que le producen alergia, con el fin de prevenir situaciones que pusieran en riesgo su salud.
Munaretti Selbach se hizo su tatuaje en 2018 y según expresó a la BBC, no volvió a tener problemas médicos por el suministro de medicamentos a los cuales es alérgica.
Mi mayor preocupación es tener un accidente, perder el conocimiento y no poder explicar mis alergias. Usar una cadena que describa las alergias o escribirlo en mi billetera o celular no me funciona, porque en el momento de una emergencia, nadie mirará. Con todo ya escrito en mi brazo, no hay forma de que no lo vean, dijo la empresaria al medio internacional.