La música es también un legado que pasa de generación en generación. Los sonidos que escuchamos de nuestros padres se incorporan en nuestra historia cultural y determinan muchas de nuestras acciones y esa es la historia del músico y luthier Santiago Bernal, hijo del maestro José Bernal, quien aprendió de su padre desde pequeño el amor por la música de cámara y un arte que poco se realiza en la ciudad, la luthería.
La creación de estos instrumentos es milimétrica, detallada, cada uno de ellos es único, y cada luthier aprende con los años cómo crear un sonido particular, que hace de cada instrumento una pieza de arte por sí solo.
Instrumentos de cuerda frotada que se convierten en verdaderas obras de arte, para crear de nuevo arte y que se realizan en Medellín, en la Comuna 13, demostrándonos que nuestra ciudad tiene talento de exportación.