Por años Carlos Álvarez reconocido Mimo - Clown de Colombia, estuvo acostumbrado al sonar de los aplausos y las risas de su público, en el circo Medellín, el espacio ideal para soñar y sostenerse económicamente de él y sus amigos. Pero este año los obligó a aprender a actuar para ellos mismos, dándoles el espacio de llevar el arte hacia su interior.
Afortunado fue el Circo Medellín que justo antes de la pandemia fue ganador del proyecto de salas abiertas de la Alcaldía, pero el dinero y su arte era solo una parte de lo que como cirqueros debían aportar a las nuevas dinámicas.
El exceso de tiempo libre y el encierro también gestó en Carlos Álvarez nuevas oportunidades artísticas, su preciado tiempo durante la cuarentena se convirtió en el libro “Juegos de Pantomima”.
Ha sido un año de aprendizajes, en donde arte ha pasado todas las facetas para el circo Medellín, y aunque han traspasado a la virtualidad, esa esencia de las risas es el toque mágico que anhelan.
Este año ha dejado a Carlos con nuevos sueños entre ellos el reencuentro con la normalidad.
