El 15 de septiembre de 2023, el mundo del arte perdió a uno de sus más grandes exponentes, Fernando Botero, el célebre pintor y escultor colombiano que dejó una huella imborrable en la historia del arte contemporáneo. Hoy, a un año de su fallecimiento, su obra sigue resonando en los corazones de millones de personas en todo el mundo, y su hijo Juan Carlos Botero exalta su inmenso legado, por ejemplo, con la donación de sus obras a la ciudad en diferentes espacios, un sueño que logró materializar.
“Donde más quería hacer eso era en su tierra natal, en Medellín, tenía esta ilusión de poder hacer una donación de esta naturaleza, él había hecho varias anteriores, había regalado la sala de Pedrito Botero, unas esculturas en el parque San Antonio, la Gorda Botero que todo el mundo conoce”, expresó Juan Carlos Botero, hijo de Fernando Botero.
Para el maestro era motivo de felicidad que sus esculturas fueran accesibles para todas las personas, sin importar su condición económica, su origen o creencias. Un año después de su partida, su obra sigue viva en lugares como el Museo de Antioquia, espacio que embelleció con su donación.
“Cuando se dio la oportunidad de donar su colección de arte que había venido acumulando durante 35 años de otros artistas y cuando decidió hacer esta donación tan importante a Colombia en dos museos en Bogotá y en Medellín, lo que hizo fue agregar las esculturas monumentales, para que la gente tuviera acceso a ellas de manera cotidiana permanente, gratuita y eso le parecía que era un efecto civilizador, ennoblecedor, como siempre tiene el arte con las personas”, señaló Juan Carlos.
Hoy recordamos a Botero no solo por su inigualable estilo, sino por su contribución a la cultura universal. Su obra perdura, recordándonos que el arte, como él mismo demostró, tiene el poder de trascender el tiempo y las fronteras.
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