Pico y placa Medellín

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noun-live-broadcast-1664839 Señal en vivo

Trastornos que dañan vidas

A veces se cree que solo la esquizofrenia o la demencia pueden acabar con la vida de una persona y su entorno familiar. La ludopatía es un trastorno que afecta a 500.000 colombianos, según la asociación de Juego Patológico. Y supone enormes riesgos.

Jorge Sánchez está internado en una fundación de atención psicosocial, en las afueras de la ciudad. Él es un jugador patológico, un ludópata. Según la definición de la Organización Mundial de la Salud, OMS, la ludopatía es un impulso irreprimible de jugar a pesar de que el individuo afectado desee detenerse porque, por ejemplo, es consciente de los problemas en los que terminará incurriendo.

El drama de Jorge con los juegos de azar comenzó en La Floresta, hace cinco años, y de manera fortuita. Buscando innovar en la rutina entró a un casino, atraído por las luces de colores, la música, el ruido de las máquinas, la promesa de diversión.

“Ese día pasé bueno y me gané 300.000 pesos”, recuerda. Es lo que en los círculos del juego llama suerte de principiante. A la siguiente semana Jorge regresó al casino, esta vez ganó 200.000 pesos. “Cuando a uno le va bien en algo es normal que comience a gustarle.

En el casino a vos te tratan muy bien porque tenés plata, y mientras la mantengas vas a seguir siendo una persona privilegiada. A mí entonces me empezó a gustar mucho el juego y al parecer mi esposa convivía bien con eso, tanto que me decía que cuando fuera ganando la llamara para ella ir a recoger las ganancias y así no írmelas a jugar”.

Medellín es una de las ciudades del país, junto con Bogotá, Cali y Barranquilla, donde más proliferan centros de apuestas, grandes y pequeños. Se supone que esos lugares, donde tantos lo han perdido todo, sirven para sustentar el sistema de salud  con los impuestos que pagan.

“Hubo un momento en que solo esperaba a que mi mujer se durmiera para empezar a pensar en el plan del próximo día y lo peor, a falsificar facturas de dineros del trabajo que me había jugado”.

Jorge dice que hace más de diez años que no inhalaba cocaína pero la ansiedad del juego lo regresó a ese punto.

“Yo me iba a drogar al baño mientras escuchaba el sonido de los créditos que me había ganado. A veces me ganaba 200.000 pesos, pero después de que ya le había metido 500.000, 1’000.000 de pesos a la máquina, platas que no eran mías”. Hoy Jorge tiene en curso una demanda por abuso de confianza.

Ahora, en la fundación de atención psicosocial donde recibe atención, el hombre recuerda que ya son exactamente dos años y medio sin ver a sus seres más queridos, su esposa y su hija, a las que simplemente ve en fotos.

El psiquiatra no es para locos

De acuerdo con Jorge Quintero, médico especializado en psiquiatría de la Universidad de Antioquia, hay casos de ludópatas que han terminado con la muerte de la persona de manera trágica, pues el afectado no reconoce su condición y cree que ir al psiquiatra es una muestra de fragilidad que lo excluirá de la sociedad.

Según Quintero, la falta de políticas públicas serias en prevención, promoción y cuidado de la salud mental ha provocado que seamos un país en el que por lo menos un familiar de núcleo primario ha sufrido algún desequilibrio mental: depresión, stress, ansiedad, trastorno de sueño y dependencia.

De acuerdo con el informe de Medicina Legal, Forensis, 197 menores y 136 jóvenes entre los 18 y 20 años de edad se quitaron la vida durante el 2010. Según las autoridades, un porcentaje de esos casos, aún por precisar, estaban ligados a algún trastorno mental.

Cifras en Colombia

El Estudio Nacional de Salud Mental Colombia, publicado por el Ministerio de la Protección Social en 2003, señala que en el país ocho de cada 20 colombianos presentaron trastornos psiquiátricos alguna vez en su vida; tres de cada 20, en los últimos 12 meses y uno de cada 20, en los últimos 30 días.

“-Por tipo de trastornos, los más frecuentes fueron los trastornos de ansiedad (19.3 por ciento, alguna vez), seguidos por los trastornos del estado de ánimo  (15 por ciento) y los trastornos de uso de sustancias psicoactivas (10.6 por ciento).

- En general, los hombres presentan prevalencias globales más altas, 41 por ciento, de cualquier trastorno en comparación con las mujeres, 39,5 por ciento. Pero en estas los periodos de crisis son más frecuentes.

- Al analizar los trastornos individuales, se concluyó que en la población total las fobias  específicas fueron las más comunes, con el 12.6 por ciento, alguna vez en la vida. Seguido de trastorno depresivo mayor, 5.3 por ciento, trastorno de ansiedad de separación del adulto y abuso de alcohol.

- Los tres principales  trastornos para las mujeres fueron: episodio depresivo mayor, fobia específica y trastorno de ansiedad de separación del adulto. Para los hombres fueron: abuso de alcohol, fobia específica y trastorno de conducta.

- En cuanto a la edad de aparición de los trastornos del estado de ánimo, la encuesta arrojó que el trastorno bipolar I (manía) se hace presente a partir de los 20 años y la depresión y trastorno bipolar II (hipomanía) de los 24 años.

Ficha técnica: se encuestaron un total de 4.544 adultos entre los 18 y 65 años de edad, residentes de 5.526 hogares urbanos de los seis estratos socioeconómicos de 60 municipios del país. La tasa de no respuesta fue de 12,3%”.

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