El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, TDAH, es una de las alteraciones más frecuentes en el neurodesarrollo de las personas. Es un fenómeno que puede detectarse desde la etapa infantil y durar hasta la adultez pues, según algunos expertos, es un trastorno que no se cura, pero sí es posible mitigar sus consecuencias negativas.
De acuerdo con investigaciones académicas, el TDAH tiene una prevalencia a nivel mundial cercana al 13 % de la población infantil, aunque en Colombia se ha encontrado una cifra que supera el 16 % de los menores de nuestro país; es decir que de cada 100 menores, 16 pueden padecerlo.
Pero, ¿Cuáles son esos síntomas de alarma que debe tener en cuenta un padre de familia?
“Dificultad en planear o seguir órdenes, cuando tenemos una actividad que requiera que los chicos estén sentados y se les dificulte quedarse sentados, y por el contrario están inquietos, se mueven, se paran. Llamados de atención constante en las escuelas, por una dificultad en el relacionamiento con los pares, por un bajo rendimiento a nivel académico”, afirma Natalia Hernández, psicóloga Infantil.
Aunque hasta ahora se desconocen las causas y los factores de riesgo que puede tener este trastorno, los científicos afirman que la genética tiene un papel determinante.
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El tratamiento más utilizado para combatir el TDAH es la combinación de terapia conductual y medicamentos. Y aunque ningún camino es la única respuesta, según los especialistas los planes de tratamiento deben incluir un monitoreo estricto.
Si bien hay comportamientos que pueden dar indicios de que una persona tenga Trastorno por Déficit de Atención, siempre se recomienda tener el diagnóstico de un profesional experto.