Así transcurren los días de Manuela Guapi y su madre. El deporte les cambió la vida desde que encontraron en el tenis de mesa una motivación extra.
Todo comenzó 13 años atrás, cuando Manuela era bebé no pudo disfrutar de sus primeros pasos debido a un accidente de tránsito que le impidió volver a caminar.
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2 medallas de oro en los pasados parapanamericanos han sido el mayor premio que ha recibido en lo poco que lleva practicando tenis de mesa.
Entrena con deportistas convencionales lo que la obliga a exigirse el doble. Su madre, el motor y la guía en esta nueva vida se ha convertido en su cómplice.
Aunque la discapacidad les cambió la vida hoy han tomado un nuevo rumbo gracias al deporte, juntas recorren un nuevo camino con una meta y un objetivo claro.
