Los rostros de las personas que se congregaron a las afueras del teatro Pablo Tobón Uribe pasaron de la emoción al llanto. Aquí estuvieron distintos grupos y ciudadanos que promovieron el Sí en el plebiscito.
Con flores y banderas esperaban celebrar. Pero publicados los últimos resultados el silencio y el desconcierto pasmaron los ánimos de cientos de personas que colmaron la glorieta de la vida.
Al final, con los ánimos bajos, la derrota se asumió con la consigna de seguir promoviendo la paz entre propios y extraños. Mientras tanto, los abrazos que estaban reservados para la celebración, se usaron para dar consuelo