Según el Runt, por el Valle de Aburrá circulan, 653.584 autos, 56.361 vehículos públicos, 21.766 buses, 44.948 camiones y volquetas y 980.234 motocicletas, este último se ha convertido en un importante sector tanto para la movilidad como para la economía local. Tras cerca de dos meses de estas paralizadas sus labores, este gremio retomó su trabajo, eso sí implementando mecanismos que permitan la protección tanto de sus empleados como de sus clientes.
Antes al llegar a estos lugares solo bastaba con saludar y buscar el servicio que se requería, ahora no es así, de las 4 entradas que tenía este lugar sólo 2 están habilitados, y en cada una un vigilante no sólo verifica que la persona esté en su día de pico y cédula, sino que se encarga de tomarle la temperatura, entregarle un tapabocas y desinfectarle tanto la ropa como los zapatos, aseguran los trabajadores, que se trata de una cambio de chip que debe entenderse como una manera de comenzar a retomar la vida diaria, tras cerca de dos meses de zozobra en los hogares.
Otros que sintieron el alivio al llegar y ver las puertas abiertas, fueron los usuarios, quienes aseguran ya habían perdido varias idas en busca de hacer mantenimiento a su medio de transporte.
Conscientes tanto del lavado de manos, como de la desinfección permanente, el distanciamiento social y las medidas propias de bioseguridad estos trabajadores también le apuestan a apoyar la recuperar económica tanto de su empresa coma de la ciudad.