Los países suramericanos han dedicado 66,2 millones de dólares a programas de ayuda en Haití, de los 100 millones que la región prometió tras el terremoto de enero de 2010, informó hoy la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
De esa cifra, los Gobiernos han aportado 60 millones de dólares de forma directa al país caribeño o a través de organismos multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El resto lo han canalizado por la secretaría de Unasur, que mantiene proyectos de seguridad alimentaria, vivienda y asistencia legal, según informó a la prensa el argentino Rodolfo Mattarollo, representante especial de Unasur para Haití. La secretaria general de ese organismo, María Emma Mejía, dijo que planteará a los países miembros las perspectivas de futura cooperación con la nación caribeña y que actualmente espera indicaciones del nuevo Gobierno, instalado en mayo pasado, sobre en qué áreas Suramérica puede ayudar.
Mejía anunció que viajará a Puerto Príncipe a fines de agosto o principios de septiembre para tratar estos temas con el Ejecutivo haitiano. "La idea es que esto sirva de aprendizaje, que para nosotros también sea una especie de laboratorio no solo en temas de desastres naturales, sino de ayudas de emergencia, de fuerzas de paz, de ver cómo podemos estar presentes también en situaciones que, lamentablemente, se nos dan mucho en nuestro continente", dijo Mejía. "Hoy es Haití, pero mañana puede ser cualquier lugar de nuestra región", señaló la excanciller colombiana a la prensa en la sede temporal de la Unasur en Quito.
Esa entidad comenzó la preparación de sus programas en Haití en agosto de 2010, incluso antes de que adquiriera personalidad jurídica, lo que ocurrió en marzo de este año tras la ratificación de su tratado constitutivo por parte del noveno país, Uruguay. Unasur tiene en marcha el proyecto "Prohuerta", que da capacitación y tecnología a agricultores para mejorar la alimentación de 15.000 familias, con una inversión de 3 millones de dólares.
También cuenta con el proyecto "Un techo para mi país", gestionado junto con la fundación chilena del mismo nombre, que pretende construir 854 viviendas, un centro de salud y una escuela, a un costo de 1,8 millones de dólares. El último programa, en el cual se han gastado 1,4 millones de dólares, ofrece asistencia legal a presos haitianos sin recursos económicos.
El terremoto del 12 de enero de 2010 dejó más de 300.000 muertos en Haití, que posteriormente ha sufrido una epidemia de cólera que ha causado alrededor de 5.500 fallecimientos y ha afectado a más de 300.000 personas.
La Unasur, cuya sede está en Quito, está integrada por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
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