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Soldados integrantes del batallón Atanasio Girardot de Medellín, quisieron llevar un mensaje de concientización a la comunidad en el barrio Villa Hermosa en esta época de cuarentena. También, endulzaron el día de cientos de niños que hace varios días no salen de casa.
Estos uniformados, que siempre están preparados para poner el pecho por la patria, se preparan por esta época para misiones diferentes a las acostumbradas; por ejemplo, llevar alegría y esperanza a la comunidad en momentos de confinamiento. Ellos han aceptado el desafío de salir a las calles a endulzar el día a los niños y niñas que hace mucho tiempo no salen a la calle debido a la cuarentena nacional.
Como si fuera una operación con estratégica planeación emprenden su recorrido con nerviosismo y expectativa pues, día a día, tendrán que enfrentar una problemática que tal vez ellos conocen de cerca cuando están en las montañas de Colombia: la monotonía que viven hoy las familias por cuenta del Coronavirus.
Este miércoles cambiaron el fusil por una maquina de algodón de azúcar y los patrullajes por una alegre tarea en las calles del barrio Villa Hermosa, al nororiente de Medellín. Con alegría y mucho entusiasmo llegaron dando un mensaje de esperanza y optimismo a la comunidad que desde los balcones y terrazas, por un momento, olvidaron las cifras alarmantes de contagios por el COVID-19 en el país. Ellos solo se querían divertir y endulzar su día con un algodón de azúcar que devolvió a más de uno a la niñez.
Sin duda, estos hombres tienen fe en la causa y son héroes sin capa que con paso de vencedores seguirán poniendo el pecho por la patria en época de crisis
