Bogotá, 2 sep (EFE).- Los departamentos colombianos de Caquetá, Huila y Putumayo (sur) siguen hoy con bloqueos de vías y sus capitales desabastecidas cuando se cumplen dos semanas de la huelga nacional del sector agropecuario y se vislumbra una solución a la crisis, tras la negociación del Gobierno en diversas regiones.
La situación más crítica se vive en Florencia, la capital del selvático Caquetá, donde unos 7.000 campesinos bloquean desde hace ocho días las tres carreteras nacionales que unen a esta ciudad con las regiones vecinas y el resto del país.
Además, las dos únicas compañías aéreas que vuelan a Florencia, Santena y Avianca, cancelaron sus operaciones desde la semana pasada y tan solo la Fuerza Aérea llega por aire a la ciudad, que sufre una situación de desabastecimiento y encarecimiento de los productos básicos.
El secretario de Gobierno de Florencia, Eduardo Manjarrés, dijo en declaraciones a RCN Radio que la Alcaldía "ha estado muy pendiente de que el Gobierno escuche a los campesinos, pero hasta el momento no ha habido respuesta".
"Ellos (los labriegos) han manifestado que si no hay respuesta del Gobierno seguirán los bloqueos", agregó Manjarrés.
El gobernador del vecino departamento del Huila, Carlos Mauricio Iriarte, denunció hoy que su región se encuentra "aislada" del resto del país por movilizaciones protagonizadas, principalmente, por el sector cafetero.
Los municipios más afectados en Huila son los de Garzón, Pitalito y La Plata, donde ya no hay gas natural y escasean los alimentos.
En el selvático Putumayo, fronterizo con Ecuador, sigue bloqueada la capital, Mocoa, y las principales carreteras en la zona de Villagarzón, Puerto Asís y el Puente Internacional que comunica con el vecino país.
El Gobierno alcanzó el domingo los primeros acuerdos con los indígenas de Nariño (suroeste, fronterizo con Ecuador), que desbloquearon las vías que mantenían cerradas desde el 19 de agosto, mientras que los de Arauca (noreste, en el límite con Venezuela) hicieron lo mismo este lunes para iniciar negociaciones.
La huelga agropecuaria tuvo su mayor impacto la semana pasada en los departamentos de Boyacá y Cundinamarca (centro), donde los bloqueos de vías que mantenían aislados a numerosos pueblos y ciudades fueron gracias aun primer acuerdo alcanzado el viernes con el Gobierno.