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Bogotá, 13 feb (EFE).- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que si el tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos no se aprueba este año, su Gobierno no seguirá insistiendo y buscará otros mercados, al afirmar que "no hay posibilidades de renegociar".
Santos se expresó así en una entrevista con la revista colombiana Semana, con motivo de sus primeros seis meses al frente del Gobierno, en la que reconoció que el tratamiento que ha dado Washington al TLC, firmado por ambos Gobiernos en 2006, "es doloroso".
"Si el TLC no se aprueba este año no seguiremos insistiendo", aseguró y remarcó que en que ese caso se buscarán "otros mercados" porque "hay vida sin ese TLC".
Santos sintió también la actitud de EE.UU. frente a Colombia: "habrían podido tratarnos mejor. Para ellos, el Plan Colombia ha sido una historia de éxito. Pero lo del TLC es doloroso. Yo entiendo las explicaciones que tienen que ver con los problemas políticos internos, pero a la mayoría de la gente se le está agotando la paciencia".
Y es que el ala demócrata del Congreso estadounidense ha puesto trabas para la aprobación de este acuerdo comercial, al alegar que en Colombia persiste la violencia contra los sindicalistas y otras violaciones a los derechos humanos.
A ello se añade que recientemente el representante comercial de Estados Unidos, Ron Kirk, insinuó que su país quiere cambiar el texto del TLC, a lo que el presidente colombiano respondió: "el tratado está firmado y aprobado por nuestro Congreso. Está cerrado con candado. No hay posibilidades de renegociar".
A pesar de todo, el mandatario dijo sentirse "relativamente optimista sobre la aprobación de ese tratado" porque "los congresistas más importantes de los dos partidos (Demócrata y Republicano) están a favor", en alusión a la paralización que hay en el Legislativo de la nación norteamericana al respecto.
"Incluso algunos que eran enemigos acérrimos, como Sander Levin y Jim McGovern, ya no se oponen. Paradójicamente el problema está en la Casa Blanca, que tiene dividido su corazón", agregó.
En su entrevista, Santos también habló de su relación con el expresidente Álvaro Uribe, con quien, según dijo, mantiene "las mejores relaciones", además de sentir por él "respeto y admiración".
Al ser preguntado por las críticas que está recibiendo de los más cercanos colaboradores de Uribe, respondió que éstos "se sienten viudos de poder" y les recomendó no preocuparse porque está velando por el legado del expresidente.
Y comentó que las diferencias entre su Gobierno y el de su antecesor "no son tan de fondo" porque "quitarle gabelas al sector privado no le hace enemigo de la inversión", en referencia a medidas como la reducción de incentivos tributarios.
Respecto a otra gran diferencia que marcó su Gobierno respecto al de Uribe, las relaciones con Venezuela, explicó que "era necesario" acercar a los dos países "porque los pueblos están por encima de los gobernantes", al justificar el restablecimiento de lazos diplomáticos con la nación vecina inmediatamente después de tomar el poder en agosto de 2010.
"Estábamos en el peor de los mundos: no había diálogo, no había relaciones diplomáticas, no había comercio, no pagaban las deudas y hasta sonaban tambores de guerra. Esa situación era inaguantable", remarcó.
Sobre el mandatario venezolano dijo que siguen teniendo diferencias muy profundas, pero que se respetan: "hasta ahora puedo decir que el presidente (Hugo) Chávez ha cumplido, y me siento muy satisfecho".
Para concluir, Santos dejó claro que no le gustaría presentarse a la reelección cuando concluya su mandato en 2014 y que quisiera ser recordado como el presidente "que hizo una diferencia para el futuro" de Colombia.