El fútbol de mujeres de Colombia parece destinado a triunfar, porque luego de la histórica actuación en el pasado Mundial de mayores de Oceanía, donde se llegó hasta los cuartos de final dejando una gran imagen, el país se ilusiona con sus próximos tres retos que pueden servir para ratificar los progresos del balompié femenino en esta nación.
La edición 15 de la Copa Libertadores de América de este año en Colombia, donde entre el 5 y 21 de octubre las chicas del Independiente Santa Fe, América de Cali y Atlético Nacional tratarán de sacar ventaja de la localía en Cali, Armenia y Bogotá, aparece como la exigencia inmediata.
Sin embargo, las máximas exigencias serán en el 2024, cuando las 'Superpoderosas' deberán afrontar los Juegos Olímpicos (serán en París, Francia, del 26 de julio al 11 de agosto) y ser las anfitrionas del Mundial Sub-20 en sedes aún por definir entre el 5 y 22 de septiembre y seguramente con jugadoras importantes como Ana María Guzmán y Linda Caicedo para festejar a lo grande los 100 años de la Federación Colombiana de Fútbol (fue fundada el 12 de octubre de 1924).
Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), le dijo al programa Palabras Mayores del reconocido periodista Carlos Antonio Vélez, en Antena 2, que el balompié de mujeres seguirá proyectándose en este país gracias a las condiciones de las jugadoras, al juego colectivo y a los esfuerzos que hace rato vienen haciendo entidades Difútbol y las distintas ligas que desde 1991 empezaron a proyectar esta modalidad desde el fútbol aficionado.
El máximo dirigente del fútbol en Colombia es un convencido de que los 35.000 millones de pesos invertidos en los últimos cuatro años fueron fundamentales
“para los fogueos y de ahí que los resultados obtenidos hayan sido muy buenos; el esfuerzo es grande, pero estamos muy complacidos por la respuesta competitiva y los resultados hechos todos con dineros derivados de las arcas de la Federación”, agregó Ramón Jesurún.
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Se ganaron su espacio a pulso a Juegos Olímpicos
Es cierto que el apoyo de la FCF ha sido de menos a más y que el contar cada año con torneos nacionales organizados por Difútbol en las categorías Sub-13, Sub-15, Sub-17 y Sub-19 ha sido determinante para sumar progresos, consolidar procesos en regiones como Antioquia (suma 14 títulos nacionales en fútbol de mujeres), Valle, Bogotá y Tolima, y para proyectar jugadoras.
Sin embargo, para sumar logros como el título en los Juegos Panamericanos de 2019 y los Juegos Bolivarianos de 2022, los segundos puestos de 2022 en la Copa América y el Mundial Sub-17, y la histórica actuación en la pasada Copa Mundo de Oceanía-2023, ha sido clave el afán de superación de las propias jugadoras.
Así lo considera el sicólogo y comunicador social José Fernando Londoño, coordinador académico del programa de Licencias de fútbol UdeA-FCF y actual vicepresidente de la Liga Antioqueña de Fútbol. Este catedrático es un convencido de que:
“la manifestación que han hecho las mujeres fue demostrar que con tesón, capacidad y carácter pueden abrir espacios en todos los escenarios de la vida pública y en el fútbol, en el que la estigmatización y la exclusión han sido el común denominador sobre los cuales han tenido que transitar en su práctica”.
Según José Fernando, el siglo XXI es el siglo de las mujeres, porque las formas hoy en las que las damas han encontrado un lugar y alcanzado un sitial en los distintos escenarios de la vida social en Colombia han sido muy significativos.
Por eso ratifica que en Colombia el fútbol se constituyó para las mujeres en “un espacio de resistencia, de transgresión de los ordenamientos en el buen sentido del equiparamiento de equidad y condiciones justas para participar y que muy a pesar de la precariedad de los torneos existentes en Colombia, de las condiciones, de la falta de proyectos, de la falta de apoyo, de la falta de continuidad para la práctica, la promoción y la competencia del fútbol de las mujeres, ellas van obligando a que se abran espacios con sus excelentes resultados y se han ganado todo a pulso con sus logros”.
Gracias a estas conquistas sociales, culturales y deportivas desde su pundonor y talento en la cancha, las futbolistas de Colombia se merecen una liga local más extensa y competitiva, aparecen en las mejores ligas de Europa y como lo dijo Catalina Usme (capitana de la Selección en los últimos partidos jugados en Australia) no pararán “hasta alcanzar algo más grande” y por eso la ilusión y las expectativas siguen creciendo para afrontar sus próximos retos: la Copa Libertadores de este año y los Juegos Olímpicos y el Mundial Sub-20 del 2024.
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