El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad afecta a cerca de 6,4 millones de niños en el mundo y, a pesar de que no tiene cura, el tratamiento puede mejorar la calidad de vida en su entorno familiar y escolar. Conozca de qué se trata.
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Por lo general, este trastorno afecta más a los niños que a las niñas. Algunas de las características es que actúan sin pensar, tienen mucha energía, abandonan tareas sin terminarlas y tienden a hablar mucho.
Juan David Palacio, especialista en psiquiatría infantil | Docente Facultad de Medicina UdeA, "hay algo muy importante que es la detección temprana cuando hay familias que están detectando que sus hijos están inatentos, olvidadizos, distraídos, elevados, que pierden los objetos y que no les va bien en el colegio, pues deben consultar de manera temprana, igualmente los niños que son muy inquietos".
Los científicos han estudiado que algunos factores de riesgo podrían ser: lesión cerebral, exposición ambiental, consumo de alcohol, tabaco durante el embarazo, parto prematuro o bajo peso al nacer. Sin embargo, las investigaciones continúan:
"Vimos que aquellos que tienen tres factores o más, tenían mayor riesgo de que sus hijos tengan riesgo de sufrir trastornos psiquiátricos. Esos factores de riesgo son básicamente disfunción familiar, que la madre tuviera trastornos psiquiátricos, que tuviera un nivel socioeconómico bajo, que fueran familias numerosas. Cuando tenemos 3 o más factores, aumenta el riesgo de 3 a 4 veces que sus dos hijos tengan TDAH", anota el especialista.
Cuando identifique alguno de estos síntomas, consulte al médico. No asuma que es un problema de energía, resultado del alto consumo de dulces o chocolates, y que si tiene falta de atención es porque está cansado. La detección temprana aporta en el éxito del tratamiento.
