La reciente visita del presidente Gustavo Petro a Medellín encendió las alarmas entre sectores políticos, sociales y ciudadanos de Antioquia.
El evento, que tuvo lugar en la plazoleta de La Alpujarra, fue interpretado por muchos como un acto de provocación y una afrenta directa contra la memoria y dignidad de Medellín y Antioquia.
Ante este panorama, diferentes líderes políticos, concejales, congresistas, expresidentes y sectores sociales del departamento han salido a respaldar a Antioquia, rechazando lo que consideran un intento de legitimar desde el poder nacional la gestión administrativa del alcalde y el gobernador.
Según líderes políticos, el acto en La Alpujarra también fue visto como un intento de desviar la atención de los verdaderos problemas que enfrenta el país.
En vez de generar soluciones, aseguran, que el evento terminó siendo un espacio de exaltación de quienes han sido señalados por la justicia y la opinión pública. Desde antioquia, afirmaron varios líderes que no están dispuestos a aceptar que se normalice la presencia de actores que en el pasado atentaron contra su gente y sus instituciones.
El hecho fue visto con suma gravedad por varios sectores políticos, quienes exigen respeto por antioquia. Afirman que la democracia no se negocia y que el futuro se construye con confianza y unidad.
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