"A las 7:00 a. m. le dije que saliera a conseguir unas arepitas, con algo para hacer el desayuno. Yo lo acompañé hasta la puerta, vi que él llegó a la esquina de la tienda y me vine a montar la aguapanela. Cuando yo vi que habían pasado tres minutos y nada, me asusté, y ahí mismo salí a la tienda pero todo estaba cerrado" madre de Maximiliano.
Esto dijo la mamá de Maximiliano Tabares, cinco días después de su desaparición, en Remedios, nordeste antioqueño.
Un caso que dio un giro inesperado en las últimas horas luego de que la Policía capturara a seis personas, entre ellas a su madre, su padrastro y su abuela, señalados de pertenecer a una secta satánica conocida como LOS CARNEROS y que estaría involucrada en la desaparición del pequeño.
Todos ellos son investigados por los delitos de desaparición forzada agravada, concierto para delinquir, tortura agravada y encubrimiento por tortura, entre otros.
Según los investigadores, la secta, que realizaba ritos satánicos para ubicar guacas de oro, - al parecer - sería liderada por el padrastro de Maximiliano, quien entre otras cosas le habría hecho creer a la familia que el menor estaba poseído por un espíritu que los llevaría al tesoro.
No se sabe con qué intención. Lo cierto es que del paradero del menor no se sabe nada.
