Después de 34 días de trabajos suspendidos por cuenta de la cuarentena nacional, buena parte de las obras constructivas en Colombia se vuelven a reactivar desde este lunes. Los trabajadores de este sector serán de los primeros en volver a sus labores, pero lo harán de forma gradual y con cambios que perdurarán hasta que se desarrolle una vacuna para el virus que cambió la forma de vivir en el mundo.
Cada proyecto debe tener su protocolo de bioseguridad, prevención y promoción del COVID-19 que tiene que ser tramitado ante el Gobierno Nacional, pero será responsabilidad de cada municipio verificar el cumplimiento de las medidas.
A los cascos, botas y monogafas, se le sumarán desde este lunes los tapabocas que entran a ser parte esencial de la dotación de toda persona que labora en un proyecto constructivo. Los empleados deberán tener un distanciamiento de 2 metros, contar con suministro de gel antibacterial en ciertas áreas, la empresa tendrá que adoptar horarios flexibles para reducir la interacción social, todos los materiales que lleguen serán desinfectados, los conductores de las volquetas y camiones no se podrán bajar del vehículo, el vestuario usado por los empleados deberá ser retirado en el sitio de trabajo para su posterior lavado y la constructora deberá disponer de una zona de salud para eventuales sintomáticos por el virus.
Este lunes 27 de abril, antes de que las palas vuelvan a sonar, las grúas a trabajar y las mezcladoras a girar se deberán hacer adecuaciones y desinfección en cada obra para posteriormente reactivar su construcción.
En la ciudad, según la Cámara de Comercio de Medellín, con corte a 2019, había 16.670 empresas del sector con activos de 17.693 millones de dólares. El sector representa el 21,1 % del PIB de Antioquia y genera 450 mil empleos directos e indirectos.
