Bogotá, 4 abr (EFE).- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, invitó hoy a sus compatriotas a "remangarse" el pantalón y solidarizarse así con las 10.253 víctimas que han dejado las minas antipersonales sembradas por grupos armados ilegales desde 1990.
El presidente de Colombia, que es el país del mundo más afectado por la explosión de estos artefactos después de Afganistán, hizo este llamado en el Día Internacional para la Sensibilización contra las Minas Antipersonal, fecha institucionalizada por Naciones Unidas.
En una entrevista con las emisoras del Ejército desde la base militar de Larandia (Caquetá, sur), Santos pidió a los colombianos: "Todos a remangarnos el pantalón para expresar nuestra solidaridad y nuestro rechazo a esa modalidad tan despreciable".
De este modo, Santos respaldó la iniciativa del Grupo Social Arcángeles, que como en los últimos dos años ha presentado la campaña "Remángate" o "Presta tu pierna" y que en 2013 tiene como protagonistas al cantautor colombiano Juanes y a la actriz Carolina Gómez.
En un vídeo, los dos artistas y víctimas de las minas antipersonales exigen a las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN) que dejen de minar el país, revelen dónde han colocado los artefactos y ayuden a erradicarlos.
Durante la jornada, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, rendirá homenaje en Bogotá a los soldados y policías heridos por minas en servicio, mientras que el vicepresidente Angelino Garzón liderará un coloquio en la ciudad de Medellín con víctimas, familiares y funcionarios públicos.
De acuerdo a las cifras del Programa Presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal, un total de 10.253 personas, 6.358 militares y 3.895 civiles, han sufrido este flagelo desde 1990 y de ellas 2.126 fallecieron.
Unos 803 eran niños, de los que 9 resultaron afectados tan sólo durante el pasado mes de febrero, lo que ha encendido todas las alarmas entre las autoridades colombianas.
El Ejército y la Policía culpan a las guerrillas de la siembra de estas minas en el marco del conflicto armado de medio siglo que ahora tratan de liquidar el Gobierno y las FARC en una negociación en La Habana.
Además de esas minas, el conflicto deja también municiones sin explotar (Muse) y artefactos explosivos improvisados (AEI).