La discusión por el aumento del salario mínimo para 2026 toma fuerza tras conocerse los datos más recientes de inflación y productividad. Con un Índice de Precios al Consumidor acumulado del 5,3 % y una productividad cercana al 0,91 %, los expertos señalan que el país ya cuenta con el piso técnico necesario para orientar la negociación.
De acuerdo con estos indicadores, el incremento recomendado del salario mínimo debería ubicarse alrededor del 6,3 %, cifra que permitiría compensar la pérdida de poder adquisitivo registrada durante el último año.
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“y el gobierno propone por encima del 10 %, hay un desajuste como tal que se va a haber repercutido en lo que son precios de bienes y servicios para el próximo periodo. Un incremento más del 10 % en el salario llevaría aproximadamente a un incremento del 1 % externo en la inflación el próximo año, o sea que ya arrancamos con un incremento en inflación”, explicó Óscar Mario Correa, experto en economía.
La preocupación principal de los analistas radica en que un ajuste por encima del 10 %, como ha insinuado el Gobierno Nacional en declaraciones recientes, tendría efectos directos sobre los costos de producción y los precios finales.
“Hay un ajuste en sectores que son muy intensivos en mano de obra. Esos son los que más se van a ver afectados. Se van a afectar porque el incremento en los salarios incrementará automáticamente el costo de producción. Ese incremento en el costo de producción se va a ver reflejado en el precio de los bienes y servicios”, añadió Correa.
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Los expertos insisten en que el salario mínimo debe definirse con criterios económicos y no coyunturales ni políticos, para evitar mayores presiones inflacionarias y un incremento en la informalidad laboral, que podría pasar del 55 % al 60 %.
