No solo temen a Dios, sino que también temen por su vida. Son los sacerdotes Andrés Felipe Hio y Didier Villegas tras las amenazas que les habrían llegado del peligroso grupo delincuencial Los Chivos en el corregimiento Altavista.
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Aunque se resguardan en su fe, esperan que no todo quede en la divina providencia, sino que las autoridades también les brinden protección luego de que recibieran estos panfletos intimidantes por las denuncias que han hecho de abusos contra menores y el loteo ilegal, sobre todo cuando ocurrieron las emergencias de la ola invernal en el sector de la mano de dios, donde cumplen con sus labores misioneras.
“Nos intimidan con palabras obscenas y diciéndonos que nos vamos de la zona porque nos van a matar, ponen una bala y estaba como con residuos de sangre donde nos dicen que no nos metamos en temas de loteo, no nos quieren de sapos en esta zona y las hemos encontrado dos veces pegadas a nuestro vehículo”, señaló Andrés Felipe Hio, vicepresidente de la Fraternidad Sacerdotal Misionera Ad Gentes.
“Amenazas telefónicas y tipo de personas que se acercan mientras estamos haciendo estas labores como la repartición de víveres a estas personas vulnerables”, contó Didier Alexander Villegas, sacerdote de la Fraternidad Sacerdotal Misionera Ad Gentes.
Los misioneros de esta fraternidad aseguran que en el pasado han sido víctimas de otras intimidaciones y hasta hechos violentos. Esas nuevas amenazas, que ya son de conocimiento de la Personería y del Distrito de Medellín que han brindado acompañamiento, han obligado a los sacerdotes a desplazarse del territorio y cambiar constantemente de vivienda por seguridad.
“Tenemos primeramente a Dios y atemorizados completamente por nuestra vida porque sabemos que en cualquier momento nos pueden matar”, exclamó Andrés Felipe.
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“Se hizo sensibilización en medidas de seguridad y medidas de autoprotección por parte de la seccional de protección y servicios especiales de la Policía, acompañamiento ante la Fiscalía General de la Nación para instaurar la respectiva denuncia generando noticia criminal”, indicó Manuel Villa, secretario de Seguridad de Medellín.
La Unidad Nacional de Protección ya estudia el riesgo de los sacerdotes, pero el Distrito envió un nuevo oficio para insistir en las medidas urgentes para no dejen solo a la mano de Dios la seguridad de los dos religiosos.