Durante la pandemia se incrementaron los delitos cibernéticos y ni los sacerdotes se han salvado de los ilegales. Conocimos la historia de un capellán a quien le hurtaron su información personal para estafar.
Fredy Gil es una de las 2 mil 500 víctimas de cibercrimen este año en el Valle de Aburrá. Desde una cuenta falsa utilizaron información personal, robaron sus fotos para suplantar un perfil con el que estaban extorsionando a incautos.
Esta situación ha alarmado a las autoridades y ha llevado a un incremento en las denuncias por suplantación en sitios web hasta en un 557 %.
Según el reporte de las autoridades, en 2019 se tramitaron 54 denuncias por suplantación de datos, este año van 355.