Por más de tres años, el presidente Gustavo Petro se mostró crítico frente a la aspersión aérea como política antidrogas. A pocos días de que el Gobierno norteamericano tome una decisión de si certifica o descertifica a Colombia en la lucha contra las drogas, esta opinión cambió.
Como un discurso “sorpresivo y tardío” calificaron algunos expertos la decisión del presidente Petro de retomar a la aspersión área de los cultivos de coca.
“Sí, decidir empezar aspersión aérea 10 días antes de la certificación o descertificación yo creo que ya es tarde. La decisión ya está tomada y habrá que esperar realmente cómo la van a socializar. A estas alturas puede influir poco”, afirmó Carlos Zapata, director del IPC.
Advierten también los analistas que, en caso de que Colombia no logre la certificación, el costo de la aspersión aérea tendrá que asumirlo el Estado colombiano.
“Realmente no son suficientes esos recursos para financiar, entonces creo que está en una situación bastante compleja el Estado colombiano para continuar la lucha antidrogas, porque la política de modificar el enfoque no ha tenido el eco internacional que el Gobierno había esperado”, agregó Zapata.
Este anuncio de volver a fumigar cultivos de coca vía aérea llega cinco meses después de que asegurara el presidente Petro, con vehemencia, que en su gobierno no se usaría el glifosato, a pesar de que se destapó un plan firmado y aprobado por el Ministerio de Defensa para usar aquel herbicida para la fumigación terrestre.