Damasco, 15 sep (EFE).- El régimen sirio y sus partidarios en el país han dado la bienvenida y recibido con alivio el acuerdo entre Estados Unidos y Rusia para la destrucción del arsenal químico en manos del Ejército sirio.
Tanto la prensa oficialista como muchos damascenos recibieron la noticia como la mejor garantía de que se aleja, al menos por el momento, un eventual ataque occidental sobre Siria.
"No hay duda de que se han usado armas químicas, pero de ninguna forma creo que el Ejército estuviese implicado. Los militares estaban haciendo grandes avances en la periferia. Son los opositores quienes las utilizaron para provocar una intervención internacional tras sus derrotas", dijo a Efe el abogado Sami Husein, de 46 años.
Este letrado de Damasco se pregunta "por qué los países extranjeros se empeñan en alinearse junto a los grupos radicales islamistas".
"El acuerdo es una gran victoria para el presidente (sirio) Bachar al Asad y sus aliados rusos, porque no dan mucho a cambio de evitar un escenario de guerra. Han jugado bien con la debilidad más evidente de (el presidente estadounidense) Barack Obama: encontrar una salida, cualquiera que fuese, a una acción militar", insiste Husein.
Pese a todo, los combates continúan en Siria. Para muchos, la guerra se ha convertido en parte de su rutina cotidiana y algunos incluso han conseguido acomodar sus vidas a esa situación, pero el sufrimiento se encuentra muy a menudo nada más salir a la calle.
"Voy a desayunar algo de comida tradicional siria al barrio antiguo de Damasco -comenta a Efe la joven Suad Ashi-. Todos los sirios hemos conseguido ahora respirar un poco más tranquilos".
Esta joven licenciada en Lengua Inglesa continuará su celebración "fumando una 'shisha' (pipa de agua) en un café del centro. Para mí, la 'shisha' es sinónimo de absoluta relajación".
En la primera reacción oficial del Gobierno sirio, el ministro para la Reconciliación Nacional, Ali Haidar, dijo hoy en Moscú que el acuerdo alcanzado el sábado en Ginebra por Rusia y EEUU para el desmantelamiento de las armas químicas ha permitido evitar la guerra en la región.
"Damos la bienvenida a estos acuerdos. Por una parte ayudarán a lo sirios a salir de la crisis, y por otra han evitado una guerra contra Siria y han eliminado los pretextos para aquellos que querían desatarla", señaló en una entrevista con la agencia rusa RIA-Nóvosti.
En su opinión, el acuerdo alcanzado por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, "garantiza el apoyo internacional para que todos los representantes del pueblo sirio se sienten en una mesa y resuelvan sus problemas internos en una próxima etapa".
Kerry y Lavrov acordaron en Ginebra que Damasco tendrá que entregar en el plazo de una semana la información sobre su arsenal químico, que en noviembre los inspectores de Naciones Unidas deberán estar en el terreno y que las armas deberán ser destruidas para mediados de 2014.
Las autoridades sirias guardan silencio hasta el momento sobre la razón por la que han decidido aceptar la destrucción de su arsenal químico, aunque la prensa oficialista ha elogiado el papel mediador de Rusia en alejar el fantasma de la guerra.
Para el diario "Al Thawra", cercano al régimen, "Moscú ha trabajado sin descanso para alcanzar un acuerdo con los estadounidenses porque una solución política es el único camino para acabar con la crisis en Siria y evitar los males de la guerra y sus desastrosas repercusiones sobre la región.
En esta misma línea, el también progubernamental "Tishrin" elogió el papel del Gobierno sirio, "cuya respuesta transparente como el cristal ha abortado el principal frente en el proyecto conspirativo para destruir las infraestructuras y la sociedad siria". George Bagdadi