La red hospitalaria de Medellín enfrenta una crisis sin precedentes, caracterizada por el cierre de servicios, las deudas millonarias y una alarmante escasez de medicamentos.
Estas problemáticas han puesto en cuidados intensivos la atención médica en la ciudad, afectando a miles de pacientes, recientemente se conoció que el hospital Pablo Tobón Uribe se declaró en emergencia, pues el centro médico anunció que el área de urgencias de adultos y pediátricas ya ajustan un 190%.
Por otro lado, el hospital Alma Máter suspendió la atención a docentes debido a una deuda superior a $4.000 millones por parte del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag). Esta medida afecta a miles de maestros que dependen de este centro para su atención médica.
A su vez, la escasez de medicamentos esenciales ha desatado la indignación de miles de ciudadanos en Medellín, indican que el sistema está colapsado y en una profunda crisis, pues las quejas por las demoras incrementaron hasta un 75% en los últimos dos años.
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