Desde 1996, durante el gobierno de Ernesto Samper, no se realizaba un recorte presupuestal millonario en ayudas no militares de Estados Unidos a Colombia, una decisión que influye directamente en las relaciones internacionales.
En marzo de 1996, en el periodo Bill Clinton, se tomó la decisión de descertificar a Colombia como socio cooperante en la lucha contra las drogas. Estados Unidos le suspendió casi toda la ayuda asistencial económica al país.
“Si bien manejaron diplomáticamente este impase, Estados Unidos siempre ha estado preocupado en tres aspectos: lucha contra el narcotráfico, corrupción y que los proyectos de orden social sean cumplidos estrictamente”, explicó Olmer Muñoz, analista en ciencias políticas.
En ese momento era la primera vez en décadas que Washington aplicaba un “castigo diplomático” directo a Bogotá. La falta del respaldo, más allá de las repercusiones económicas, generó desconfianza.
“En estos momentos, con el gobierno de Gustavo Petro, ha sido muy difícil la relación no solo política, sino también porque se enfrenta una crisis de seguridad, corrupción e inestabilidad en las relaciones con Estados Unidos”, agregó Muñoz.
El recorte también representa un quiebre inesperado desde el Plan Colombia, que se llevó a cabo en el año 2000, y que generó recursos o ayudas monetarias para programas de paz y desarrollo rural.
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