El Sábado Santo, es un día de silencio y espera, que invita a los creyentes a meditar sobre el sacrificio de cristo antes de celebrar su resurrección. Los feligreses se preparan para el momento más importante de la Semana Santa.
El Sábado Santo es un día de profundo significado para los creyentes, marcado por el silencio y la reflexión. Tras el dolor del Viernes Santo, la Iglesia recuerda a Cristo en el sepulcro, invitando a los fieles a meditar sobre su sacrificio y la esperanza de su resurrección.
Es una jornada de espera, en la que las celebraciones litúrgicas permanecen en pausa hasta la noche.
Con la Vigilia Pascual, que inicia al anochecer, la comunidad cristiana rompe el silencio para celebrar el momento más importante del calendario litúrgico: la Resurrección de Cristo.
Esta ceremonia comienza con la bendición del fuego nuevo y el encendido del Cirio Pascual, símbolo de la luz que vence a la oscuridad. Luego, se proclama la Palabra de Dios, se renuevan las promesas bautismales y se celebra la Eucaristía, llenando de gozo los corazones de los fieles.
La Vigilia Pascual no solo marca el final de la Semana Santa, también el inicio de un tiempo de alegría y renovación espiritual. En las parroquias y catedrales de todo el mundo, las campanas vuelven a sonar, iluminando la noche con el mensaje de la esperanza eterna.
Visite además:
