La activación de un artefacto explosivo que dejó a dos menores de 6 y 8 años lesionados en el municipio de San Andrés de Cuerquia ha desatado una ola de rechazo en las organizaciones defensoras de los niños, por la instalación de minas en zonas donde hay presencia de comunidades.
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“Rechazamos contundentemente este acto, creemos que una sociedad que no esté pensando en su población, en sus niños, niñas y adolescentes, es una sociedad que tiene que pensar seriamente su sostenibilidad. Lamentablemente este tipo de actos siguen sucediendo”, manifestó César Zapata, coordinador regional de NiñezYA en Antioquia.
Estos actos de violencia, según desde NiñezYA, sigue en aumento en los últimos años en Colombia. La organización de Naciones Unidas registró más 500 actos violentos contra menores en 2024 en el país, todo enmarcados a el conflicto armado.
“El Estado colombiano lamentablemente ha sido débil, nosotros como Estado le hemos fallado a muchos de nuestros niños sobre todo en el parte rural y la parte rural dispersa, mire las dificultades que tuvieron estos niños al ser trasladados”, agregó Zapata.
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El llamado desde las organizaciones defensoras de los menores es a que el Estado garantice los derechos de los menores y que los actores armados se alejen de los entornos de los niños.
