En menos de 24 horas, Colombia sufrió dos duros golpes desde el frente financiero internacional. La agencia Standard & Poor’s Global Ratings rebajó la calificación soberana del país de BB+ a BB, profundizando la percepción de riesgo sobre la economía nacional. Además, mantuvo la perspectiva negativa, lo que significa que podrían venir nuevas rebajas si no se corrige pronto el deterioro fiscal.
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Ambas decisiones reflejan el creciente escepticismo de los mercados frente al manejo fiscal del país, en especial por los mayores niveles de déficit y deuda en comparación con lo proyectado inicialmente.
“Hay un profundo deterioro en la deuda pública y que muy seguramente en los próximos dos años llegara a ser 64 % del PIB, algo nunca antes visto en la historia del país, el peor nivel de deuda pública de Colombia en su historia y esto como resultado de un incremento desbordado en el déficit fiscal", indicó José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y rector de la EIA.
Las calificadoras advirtieron que el panorama fiscal sigue empeorando, y que, si no se toman medidas de ajuste creíbles, el país podría enfrentar mayores dificultades para financiarse en los mercados internacionales. una de las consecuencias inmediatas podría ser la exclusión de los títulos de tesorería (TES) de índices de deuda global con grado de inversión, lo que, según analistas, podría generar salidas de capital y presión al alza sobre las tasas de interés. calificación
“Están siendo altísimos los costos de la deuda pública que Colombia hoy está destinando una mayor proporción de pago del presupuesto nacional a intereses de deuda pública lo que significa que hay menos inversión social, menos inversión en carreteras, menos inversión en escuelas, menos inversión en hospitales, menos inversión en vivienda", agregó Restrepo.
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Las rebajas de las calificadoras representan un nuevo reto para el país, ya que podrían dificultar el acceso a financiamiento externo y elevar los costos de endeudamiento en los mercados internacionales. esto obliga al gobierno colombiano a replantear su política fiscal y buscar credibilidad ante inversionistas, en medio de un contexto económico cada vez más exigente. calificación
