Antes del clásico, la fiesta multicolor engalanaba los alrededores del estadio, una familia completa, mamá, papá y un bebé que en un futuro estará por estos lados. Los niños del rojo un poco confiados con la decisión de su técnico al poner a los suplentes.
Mientras que los del verde querían ver una tarde llena de emociones para el más veces campeón de Colombia. Llegaron los goles y el ataque efectivo de las verdolagas, para su técnico las conclusiones fueron positivas. Sobre las respuestas de sus muchachos en la cancha, Bobadilla habló del rendimiento del equipo.
Para los hinchas rojos, el sufrimiento sigue esta semana por libertadores y terminará el próximo fin de semana con otro clásico, don Antonio a sus 90 años estuvo en el estadio y le tocó ver perder a su equipo.