El maestro Fernando Botero y el gran legado cultural y artístico que dejó para Medellín es invaluable, pero hay un detalle muy particular en la Plaza Botero y es que algunas personas tocan partes de las esculturas porque indican que dan suerte.
Decía Borges que ser colombiano es un acto de fe. Y aunque no lo crea, suerte, dinero, amor y diferentes creencias populares hay alrededor de las esculturas del artista.
Al mirar las esculturas del maestro en la Plaza Botero, algunos de sus fragmentos están más desgastados, brillantes como si les hubieran sacado lustre, y es que hay algunos mitos que han crecido alrededor de las obras.
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Según Catalina Torres, fotógrafa de la Plaza Botero, “el Adán, si lo toca, este le puede dar fertilidad, pueden quedar embarazados, si lo quiere corroborar, venga a la Plaza y toque a ver si es verdad”. Lo cierto es que las personas llegan hasta al lugar, y posan para su foto tocando aquella parte especial de las obras, como indica la cábala.
El maestro Fernando Botero ubicó sus obras con una curaduría y una altura más baja de lo normal, él deseaba que las personas interactuaran con sus obras, no obstante el llamado es a cuidarlas, solo tocarlas y no subirse sobre ellas, rayarlas o pintarlas.
La plaza cuenta con 23 monumentales esculturas de bronce donadas por el maestro.
¿Y usted ya sabe a cuál pedirle suerte? Depende de lo que necesite: un amor, un toque de suerte o hasta fortuna.