El 23 de julio de 2024, el país conoció como disidentes de las Farc, incluyendo a alias ‘Calarcá’, se movilizaban en camionetas de la UNP fuertemente escoltados. A pesar de que contra los siete jefes de distintos frentes había una orden de captura, la fiscal luz Adriana Camargo levantó esas órdenes de detención por ser gestores de paz.
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Casi 16 meses después, un nuevo escándalo rodea al actual gobierno, por los supuestos nexos que tendrían las disidencias bajo el mando de alias ‘Calarcá’ con instituciones del Estado.
La caravana de la UNP sorprendida por un puesto de control militar en Puente Gavino, en límites entre Barbosa y Santo Domingo, el 23 de julio de 2024, estaba compuesta por siete vehículos blindados y uno convencional. Ese día, al ser requeridos por las tropas, un representante de la comitiva, presentó las órdenes de captura suspendidas de sus protegidos, entre ellos, cabecillas como alias ‘Calarcá’, alias ‘Andrey’, alias ‘Erika’ y alias ‘Ramiro’, eran 14 escoltas los que se movilizaban en la caravana.
“Órdenes de capturas que fueron promulgadas por la Fiscalía en Antioquia, pero que después la fiscal Camargo, siguiendo órdenes de Petro, los dejó en libertad, sembrando desde entonces una sombrilla de impunidad”, manifestó Andrés Julián Rendón, gobernador de Antioquia.
Las tropas, fuertemente armadas, cercaron la caravana, solicitaron apoyo de unidades y pidieron a los escoltas una requisa de los vehículos y a sus ocupantes, pero según las autoridades, se negaron.
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Después de cinco horas de espera, llamadas telefónicas y policías y militares apuntando sus armas a las camionetas. La fiscal de Luz Adriana Camargo ordenó el traslado de las camionetas hacia el batallón Pedro Nel Ospina ubicado en el municipio de Bello.
Al llegar, dentro de los vehículos, las autoridades hallaron armas de fuego, municiones, 60 millones de pesos en efectivo, celulares, USB, agendas, computadores, radios de comunicaciones, hasta antenas satelitales.
“Lo que más nos ha dolido es registrar durante casi estos dos años, como dé cuenta de la paz total, de nuevo ponían a Antioquia en una situación de alteración al orden público a situaciones parecidas hace 20 años”, agregó Rendón.
A pesar de que sobre esos siete jefes de las disidencias de las Farc, había una orden de captura, la fiscal Luz Adriana Camargo, ordenó la libertad inmediata de cuatro de ellos, alias ‘Calarcá’, alias ‘Erika’, su compañera sentimental y los jefes de algunos frentes, alias ‘Ramiro’, y Urías Perdomo asegurando que eran gestores de paz. Finalmente, los disidentes, retornaron a las armas.