Hace ya varios años que el entorno del fútbol colombiano padece un fenómeno violento. Por algunos períodos parece ausentarse, pero luego regresa con todo su poder nocivo para el entorno social.
Hace ya varios años que el entorno del fútbol colombiano padece un fenómeno violento. Por algunos períodos parece ausentarse, pero luego regresa con todo su poder nocivo para el entorno social.