Medellín enfrenta la segunda temporada de lluvias con especial atención en las zonas más vulnerables.
La condición geográfica de la ciudad, marcada por sus altas pendientes y abundancia hídrica, incrementa los riesgos en comunas como 1, 2, 3 y 7, así como en los corregimientos de Altavista, San Antonio de Prado y San Cristóbal.
“Allí es donde tenemos la mayor recurrencia de eventos de origen hidrometeorológico. Es por eso que allí es donde hemos focalizado el tema de formación de la comunidad y la limpieza de las quebradas”, indicó Carlos Quintero, director del DAGRD.
El monitoreo también se extiende a los soterrados, sectores donde podrían presentarse emergencias. Estas labores permiten anticiparse y reducir riesgos, especialmente ante eventuales inundaciones.
“Hacemos monitoreo a los soterrados. Tenemos unos niveles marcados a través de cámaras, e inmediatamente sube el nivel, hacemos un cierre controlado de estos para evitar que ciudadanos ingresen a ellos, sobre todo motociclistas”, agregó Quintero.
A la fecha, 163 habitantes cercanos a las quebradas La Llorona, La Iguaná, La Hueso, La Picacha y La Guayabala han sido sensibilizados por vivir en zonas de riesgo, con el fin de que sepan cómo actuar y evacuar de manera segura ante crecientes súbitas.