Con la instalación de botones de pánico y alarmas en negocios y zonas donde la delincuencia está disparada, las autoridades buscan que ante hurtos como este, registrado en Manila, haya una reacción inmediata de la Policía.
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Las nuevas estrategias se suman al trabajo encubierto que viene adelantando la policía y aunque inicialmente fueron pensadas para Medellín, la meta es que sean aplicadas en los 10 municipios del Valle de Aburrá.
Sin embargo, los comerciantes, aunque aplauden la intención, también creen que es importante que haya más presencia de la fuerza pública.
Pero ojo, en la mesa se encuentra también la posibilidad de que en la ciudad sea decretada nuevamente la restricción del parrillero hombre.
Las autoridades también reiteran a la ciudadanía y a los comerciantes la importancia de denunciar formalmente y a tiempo, no haciendo uso netamente de las redes sociales.
