Para la elaboración de los productos cosméticos, se utilizaron raíces ancestrales y las propiedades naturales de semillas y especies de la Amazonía y la región Andina, producidas por comunidades indígenas, mujeres cabeza de hogar y hasta excombatientes de grupos ilegales.
Los prototipos fueron desarrollados por los investigadores en el laboratorio, el primero en Antioquia donde no se aplica la experimentación ni tampoco el testeo animal.
Los prototipos fabricados son un serum capilar, un gel facial para el control de imperfecciones y un protector solar, todos elaborados a base de la biodiversidad colombiana: aceite de mirití extracto de propóleo y aceite de cacay, respectivamente.
Dos empresas y las asociaciones de apicultores serán las encargadas de comercializar los productos de la Unidad de Toxicidad in vitro, los cuales ya cuentan con pruebas de seguridad, eficacia y estabilidad.