El renombrado escritor colombiano, Gabriel García Márquez, autor de obras icónicas como "El amor en los tiempos del cólera", "El coronel no tiene quien le escriba", y "Cien años de soledad" mantuvo una estrecha amistad con el líder cubano Fidel Castro, quien gobernó Cuba durante muchos años.
Ambos personajes fueron destacados intelectuales de su época y críticos de la situación social de aquel entonces. Además de su amor por la literatura, también compartían la pasión por la lectura.
Cuando Fidel Castro asumió el poder, su tiempo para la lectura de libros se vio limitado debido a la gran cantidad de documentos oficiales que debía revisar, así como a sus responsabilidades gubernamentales. En una entrevista, Gabriel García Márquez reveló que le obsequió a Castro su primera obra literaria para que pudiera desconectar de los asuntos oficiales: "Drácula" de Bram Stoker.
En ese sentido, García Márquez comentó que Castro llegó sin haber dormido a unas maniobras militares debido a que estaba inmerso en la lectura de "Drácula." Además de este libro, el escritor colombiano le regaló otras obras de literatura de alta calidad.
Esta inusual conexión entre literatura y política entre dos figuras tan influyentes es un aspecto fascinante de la historia contemporánea.