Entre la agitada rutina de la ciudad, las carreras y la sinfonía que produce el movimiento del centro de Medellín, hay un lugar donde el tiempo parece que se hubiera detenido. Cada fachada, balcón y jardín cuenta una historia y apacigua los afanes.
Prado es el único barrio patrimonial de la ciudad. Caminar por sus calles es reencontrarse con la memoria arquitectónica, cultural y social de una Medellín que floreció entre la elegancia y la tradición.
Para reconocer esta historia, la Corporación Distrito Candelaria invita a la ciudadanía a recorrer Prado Centro a pie, reviviendo el pasado a través de relatos, personajes y el patrimonio vivo, en conmemoración de los 350 años que cumplirá Medellín en noviembre.
Prado no es solo un barrio, es el fiel testigo de la ciudad, el hogar de extranjeros como Moor y Govaert, un corazón que aún late con fuerza entre la nostalgia y la belleza.
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