Desde este jueves la hidroeléctrica más joven del sistema de generación de energía de EPM encendió sus cuatro turbinas que aportarán 660 nuevos megavatios al desarrollo de Colombia.
Tras la entrada en funcionamiento de su primera unidad en diciembre de 2010, finalmente el primer día de septiembre fue el escogido para dar marcha a la última de las cuatro turbinas que fueron activadas escalonadamente a lo largo de este año.
Para el gerente general de EPM, Federico Restrepo, este se constituye en un hecho histórico que demuestra que la ingeniería nacional está preparada para asumir megaproyectos con un recurso humano cada vez más capacitado y calificado, capaz de competri mundialmente.
"Porce II puso un punto muy alto en el cumplimiento de lo dispuesto en la licencia ambientas del proyecto, porque generó desarrollo y empleo en la región, y porque hizo un manejo responsable de los impactos ocasionados", señaló el directivo.
El proyecto demandó una inversión cercana a los 1.400 millones de dólares y fue construida por un consorcio integrado por una firma brasilera y por varias empresas colombianas como Conconcreto y Coninsa - Ramon H.
Durante la construcción del embalse se cumplieron todas las actividades sociales y ambientales contempladas en el plan de gestión, incluyendo la restitución de las condiciones de vida de la población impactada y la construcción de 68 kilómetros de vías.
La final puesta en marcha de la turbinas de Porce III trarerá beneficios como la disminución del riesgo de posibles de racionamientos eléctricos y el acceso de la comunidad de los municpios en el área de influencia a nuevos recursos derivados de la generación de energía.
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