Muchos locales comerciales y de comidas que habitualmente reciben hinchas de la pelota se arriesgaron a abrir para el inicio de la Copa del Mundo pero el panorama fue desolado. En uno de esos solitarios lugares estaba Bojan Cvijanovic, un serbio que vive en Colombia hace tres años y apoyó a Rusia en el debut.
Bojan está tan acostumbrado a Colombia que su desayuno fue arepa con quesito y chorizo; y mientras terminaba pudo celebrar los goles de los rusos ante Arabia.
Bojan fue arquero profesional en su país y siempre sigue los mundiales pero este es particular lo tendrá que ver solo y a miles de kilómetros de casa.
En los locales del Poblado, la 70 y otros lugares de la ciudad esperan que el mundial apenas esté calentando motores y no sea una constante la aparición de hincha solitarios que se animen a ver los partidos.