Van cinco años desde el movimiento en masa que se llevó el mirador de Santa Elena. Desde entonces persisten los deslizamientos de tierra y caída de material rocoso, que han generado bloqueos parciales e incluso cierres totales de la vía, lo que afecta no solo la movilidad de los residentes, sino también el acceso a servicios básicos. La comunidad decidió organizarse y visibilizar su inconformidad.
Frente a esta situación, la Gobernación de Antioquia, responsable de la vía, informó que se han implementado varias acciones para mitigar los riesgos. Una de ellas fue la construcción de un jarillón con material rocoso del mismo talud, que actúa como estructura de contención para impedir que los deslizamientos lleguen hasta la vía. Además, se cuenta con controladores viales durante las 24 horas, quienes coordinan el paso vehicular para evitar accidentes.
Las autoridades también indicaron que en caso de lluvias intensas se procederá al cierre total de la vía, con el fin de salvaguardar la vida de los usuarios. Sin embargo, la comunidad insiste en la necesidad de soluciones a largo plazo, que permitan una movilidad segura y continua en el corregimiento Santa Elena.
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