El miércoles, 7 de diciembre, estalló la crisis política para sacar del cargo de presidente del Perú al profesor rural Pedro Castillo.
En medio de una turbulencia política, tras la búsqueda de la vacancia presidencial por parte del Congreso de ese país, Castillo ordenó disolver esa cámara política para llamar a nuevas elecciones en una medida de excepción.
Minutos después, el Congreso avanzó en la votación de la vacancia, sacó del poder a Castillo y este terminó detenido, sin respaldo de las fuerzas armadas, sin apoyo político y más solo que nunca en su país.
Con la salida de Castillo del poder, Dina Boluarte, la vicepresidenta del país, asumió el cargo presidencial.
Esa turbulencia de noticias llevó a diferentes sectores políticos a atacar a Castillo, a otros a defenderlo y al presidente de Colombia, Gustavo Petro, a hacer un llamado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a protegerlo.
"Solicito a la CIDH aplicar la Convención Americana de Derechos Humanos y expedir medidas cautelares en favor del presidente del Perú Pedro Castillo. Se ha conculcado el derecho a elegir y ser elegido y el tener un tribunal independiente de juzgamiento", escribió Petro en Twitter.
Solicito a la @CIDH aplicar la Convención Americana de Derechos Humanos y expedir medidas cautelares en favor del presidente del Perú Pedro Castillo.
Se ha conculcado el derecho a elegir y ser elegido y el tener un tribunal independiente de juzgamiento.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) December 8, 2022
Además, Petro aseguró que "Pedro Castillo por ser profesor de la Sierra y presidente de elección popular fue arrinconado desde el primer día. No logró la movilización del pueblo que lo eligió, se dejó llevar a un suicidio político y democrático. Ojalá Perú encuentre la senda del diálogo de su sociedad toda".
Pedro Castillo por ser profesor de la Sierra y presidente de elección popular fue arrinconado desde el primer dia. No logró la movilización del pueblo que lo eligio, se dejó llevar a un suicidio político y democrático
Ojalá Perú encuentre la senda del dialogo de su sociedad toda
— Gustavo Petro (@petrogustavo) December 8, 2022
A pesar del pedido del presidente Petro, la CIDH se mostró contraria a la posición de Castillo, lo llamó ex-presidente y reconoció las acciones tomadas en pro de "mantener la democracia.
"La Comisión reconoce la actuación inmediata de las instituciones del Perú en defensa de la democracia para evitar la concreción del quiebre institucional y reafirma que aquella debe ser resguardada por la vigencia del Estado de derecho", dijo a través de un comunicado.
Cabe recordar que la CIDH protegió a Petro cuando fue sacado arbitrariamente de la Alcaldía de Bogotá por el entonces procurador de extrema derecha Alejandro Ordóñez.
¿Qué pasó con Pedro Castillo en Perú?
A Pedro se le desmoronó el castillo de naipes el miércoles, 7 de diciembre, en un intento de detener la vacancia presidencial que el Congreso promovía en su contra para sacarlo del cargo.
Pedro Castillo salió tembloroso ante una cámara, el movimiento de las hojas en sus manos reflejaba que era preso de los nervios, leyó un comunicado en el que informaba que disolver el Congreso, nombrar un gobierno de excepción en el que decía que iba a convocar a unas nuevas elecciones y, boom, se desató la crisis.
Las organizaciones internacionales empezaron a hablar de un golpe de estado, el Congreso siguió adelante, logró 101 votos a favor de la vacancia (necesitaba 87), solo seis congresistas votaron en contra y tuvo 10 abstenciones.
Minutos antes, las fuerzas militares y de policía de pronunciaron y rechazaron el pedido de Castillo.
“Rechazamos el quebrantamiento del orden constitucional y exhortamos a la población a respetar la Constitución Política y a mantener la calma. Asimismo, confiar en las instituciones del Estado”.
Y, según indicaron algunos medios locales, lo detuvieron, condición en la que permanecerá durante por lo menos siete días, dijeron las autoridades peruanas.
Luego, vendría la sucesión: la vicepresidenta Dina Boluarte se juramentó como presidenta, la primera mujer en ocupar tal cargo en el país inca.
Castillo, que se posesionó en julio de 2021, duró 17 meses en el poder.
La crisis se dio luego de que el Congreso quisiera su vacancia al acusarlo de presuntos delitos de tráfico de influencias agravado tráfico de influencias y patrocinio ilegal, por los cuales la Fiscalía abrió investigaciones.
Supuestos encuentros con la empresaria Karelim López Arredondo para presuntamente favorecerla y cuestionamientos de la oposición por nombramientos hechos en algunos ministerios terminaron arrinconándolo.
Él se ha sostenido en que ha actuado bajo el amparo de la ley. Pero este miércoles 7 de diciembre apareció preso de los nervios, temblando, anunciando que cerraba el Congreso y terminó afuera de la presidencia. Toda una crisis.
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