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El exguerrillero del M-19 y dirigente de izquierda, Gustavo Petro, ganó ayer la alcaldía de Bogotá y declaró que su victoria significa una ansia de cambio entre la ciudadanía.
La victoria de Petro, economista de 51 años, marca la primera ocasión en que un exguerrillero llega al segundo puesto de elección popular más importante del país después de la Presidencia.
“Quiero agradecerle a Bogotá. Indudablemente esta es una victoria, antes que nada, del deseo de cambio de la ciudad “, dijo Petro al dar su parte de triunfo ante miles de seguidores en el hotel Tequendama.
La victoria “nos demanda unos retos inmensos, los retos del siglo XXI, los retos de superar una crisis que no es simplemente administrativa”, añadió.
Bogotá “no cayó en la política de la trampa y la guerra eterna, dice sí a la reconciliación.
Este es un mensaje fundamental: la paz es posible”, indicó mientras sus simpatizantes gritaban “Petro, amigo, el pueblo está contigo”.
Petro se postuló por un movimiento de simpatizantes de izquierda llamado “Progresistas” y consiguió aglutinar votos de todas las tendencias, incluidos los de su anterior partido, el Polo Democrático Alternativo, que abandonó este año en medio de una controversia por denuncias de corruptelas entre miembros de esa agrupación.
Bogotá “decidió acoger a un hijo del proceso de paz, a un hijo de la Constitución del 91”, añadió Petro.
Y agregó que las “victorias siempre deben ser humildes. Las personas que no contaron con la gracia del voto popular deben ser valorizadas, porque la política del amor significa que una democracia no aniquila a las minorías”.
Gustavo Petro llamó al diálogo al presidente Juan Manuel Santos y expresó, que Bogotá ha demostrado que lo que más le sirve a Colombia es el pluralismo.
“Bogotá tiene el mayor número de víctimas en su territorio, son más de 400 mil personas, por lo que la alcaldía de Bogotá tiene la responsabilidad de aplicar la Ley de Víctimas”, dijo.
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