Cien años han pasado desde que ‘Bajo el cielo antioqueño’ se proyectó desde un cinematógrafo. Fue en 1925 cuando un grupo de soñadores, de esos con esa visión tan esencialista de los antioqueños, liderados por el visionario empresario Gonzalo Mejía, decidió apostarle a un lenguaje nuevo, desconocido, mágico: el cine. Así nació esta joya.
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Hoy, un siglo después, la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano le ha devuelto el aliento a esta obra con una restauración que no solo recupera imágenes, sino también la memoria de la ciudad.
“Muy especial porque la película era en nitrato es decir ese material que se autoinflamaba, se quemaba solo, y poco a poco se fue reparando, se pasó a digital y hoy tiene esta belleza además de nueva partitura”, manifestó María Emma Mejía, nieta de Gonzalo Mejía, productor de ‘Bajo el cielo antioqueño’.
“Por eso como es una película del cine silente colombiano lo que hicimos fue unirnos con otras entidades y lograr hacer este gran cine concierto”, expresó Alexandra Falla, directora de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano.
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Y así se ve la película en el escenario, con esta gran experiencia que ha creado para ella el ITM, otra obra de arte, una pieza musical de dos doras que honra esta historia.
“Este gran ensamble pues realmente es un honor, un acompañamiento musical sin precedentes, pues para ver lo que fue el Medellín de 1920”, señaló Alejandro Villa Gómez, rector del ITM.
‘Bajo el cielo antioqueño’ ha sido restaurada y renace como un regalo invaluable en el marco de los 350 años de Medellín, un reconocimiento en imágenes a la belleza de Medellín, una hechura más de la idea de unos soñadores antioqueños.