Bogotá, (EFE). El Carnaval de Negros y Blancos, declarado Patrimonio Histórico e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, comenzó hoy en la ciudad colombiana de Pasto con el tradicional Desfile de Colonias y el Festival del Humor.
Este carnaval se celebra en una fecha atípica y fija, del 2 al 7 de enero, periodo durante el cual Pasto, capital del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, se convierte en escenario de numerosas actividades culturales.
Las celebraciones arrancaron con una ofrenda a la Virgen de las Mercedes, seguida por el Desfile de las Colonias, en el cual los habitantes de la ciudad muestran las tradiciones, mitos, leyendas, gastronomía y música de otros pueblos de la región.
La jornada incluye el Festival del Humor, instituido en la década de los setenta del siglo XX y el "Rockarnaval", un "encuentro de artistas de las nuevas generaciones musicales, intérpretes de las diferentes expresiones del rock", según Corpocarnaval, entidad organizadora de la celebración.
La fiesta tomará el aire carnavalesco a partir de mañana con el "Carnavalito", en el que los niños desfilarán con carrozas y comparsas, tal como lo harán los adultos a partir del próximo 4 de enero con el tradicional desfile de la Familia Castañeda, una de las actividades centrales del carnaval.
Los Castañeda son una numerosa familia de colonos procedentes del departamento de Antioquia (noroeste) que llegó a la ciudad con todos sus enseres el 4 de enero de 1939 en momentos en que se celebraba una cabalgata y fueron recibidos con el grito: "Que Viva la Familia Castañeda". Desde entonces entraron a formar parte del carnaval.
El 5 de enero será el Día de los Negros, en el cual se conmemora el día libre que tenían los esclavos para sus celebraciones, una jornada durante la cual la gente se tizna la cara y que antecede al Día de Blancos, el 6, cuando todos se pintan de blanco con talco y cosméticos.
El 6 es también el Día del Desfile Magno, en el cual numerosas carrozas, comparsas y disfraces recorren las principales calles de la ciudad en un derroche de música y color.
La fiesta, que a lo largo de estos seis días incluye conciertos de diferentes géneros musicales, concluye el 7 de enero con un festival de cultura campesina en el que destaca la oferta gastronómica del cuy, un pequeño roedor de carne jugosa que se cocina inmediatamente después de sacrificado.