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El Papa Francisco abolió el secreto pontificio para los clérigos involucrados en casos de violencia sexual y abuso de menores; poniendo a disposición de magistrados civiles los testimonios de los juicios canónicos.
En dos documentos, Francisco estableció que toda la documentación en poder del Vaticano relacionada a casos de pedofilia podrá ser entregada a las autoridades civiles que la soliciten. Además, en el escrito, el Papa amplió la definición de pornografía infantil con el fin de que abarque a víctimas hasta los 18 años, y permitió por primera vez en la historia de la iglesia que laicos puedan defender en tribunales católicos a personas relacionadas con delitos sexuales sin previa autorización.
Dentro de la nueva disposición también se establece que “la información se tratará de manera que se garantice su seguridad, integridad y confidencialidad” determinadas por el Código de Derecho Canónico para proteger “la buena reputación, la imagen y la privacidad” de las personas implicadas. Pero este “secreto de oficio”, tal y como se lee en la instrucción, “no obsta para el cumplimiento de las obligaciones establecidas en cada lugar por la legislación estatal”.
La nueva ordenanza de la Santa Sede precisa que "a quienes realizan las denuncias, a las víctimas y a los testigos no puede imponerse vínculo de silencio alguno sobre los hechos".
La noticia de la abolición del ´secreto pontificio´se dio a conocer el mismo día del cumpleaños 83 del Sumo Pontífice. El llamado ´secreto pontificio´ es una ley de cinco artículos titulada "Instrucción sobre la reserva de las causas" que es distinta al ´secreto de confesión´; esta se refiere a la confidencialidad en el manejo judicial de los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes y miembros de la Iglesia.
