La etapa 17 de la Vuelta a España expuso una situación polémica en su desenlace, protagonizada por los ciclistas del equipo Jumbo-Visma: Jonas Vingegaard, Primoz Roglic y Sepp Kuss. Si bien los dos primeros eran considerados líderes del equipo, Kuss, un gregario de renombre, asumió el liderato y lo ha defendido de manera impresionante, manteniendo la posibilidad de ganar su primera gran vuelta.
🙄Mismo lugar, mismos protagonistas, pero con maillots a la inversa y en distintos años
❤️Kuss esperando a Roglic en la subida al Angliru en 2020 mientras atacaba Enric Mas
💔Roglic y Vingegaard dejando solo a Kuss que va como líder #LaVuelta23
🤔¿Cual es vuestra opinión? pic.twitter.com/tybjQ1qMLK
— El Farolillo Rojo (@Farolillo_Rouge) September 14, 2023
La controversia surgió cuando los tres ciclistas se dirigían hacia la línea de meta, y Roglic y Vingegaard atacaron sin mirar atrás, dejando atrás a Kuss, quien era el actual líder de la Vuelta a España. Esto dejó perplejos a los aficionados y televidentes. Afortunadamente, Kuss recibió ayuda de Mikel Landa, del equipo Bahrain Victorious, y logró mantener su posición de líder. Sin embargo, la falta de compañerismo quedó en evidencia.
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Ante esta situación, el ciclista colombo-español Óscar Sevilla compartió una experiencia personal vivida hace más de 20 años en el mismo lugar. Cuando era líder de la carrera al servicio del equipo Kelme Costa Blanca, fue atacado por su compañero de equipo Aitor González, quien finalmente se llevó la etapa y le arrebató la camiseta amarilla.
En conclusión, Sevilla elogió el trabajo realizado hasta ahora por el estadounidense Sepp Kuss y expresó que sería un merecido campeón de la Vuelta a España. Con tres etapas por delante, Kuss lidera la competencia, seguido por Jonas Vingegaard a 17 segundos y Primoz Roglic a 1 minuto y 8 segundos.
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