La decisión de la Corte Constitucional de prohibir corridas de toros, corralejas, peleas de gallos y toros coleados generó opiniones dividas en el país.
Mientras defensores de animales celebran el fallo como un triunfo histórico para el bienestar animal, comerciantes y gremios afectados advierten de la posible pérdida de empleos.
Opiniones divididas se desataron con la decisión de la Corte Constitucional. En las últimas horas, el alto tribunal ratificó la Ley 2385 de 2024, que prohíbe en Colombia las corridas de toros, novilladas, becerradas, rejoneo y tientas.
La Corte fue más allá y amplió el veto a las corralejas, las peleas de gallos y los toros coleados, al suprimir la excepción que las mantenía vigentes. La determinación encendió un debate que enfrenta a defensores del bienestar animal con sectores que dependen económicamente de estas prácticas.
Sin embargo, en un panorama donde, según la Asociación de Gallos, 290.000 familias en Colombia dependen de este gremio, la incertidumbre por las garantías de reconversión laboral genera preocupación.
Comerciantes advierten que la prohibición impactará tanto en empleos directos como indirectos. Además, resaltan la labor de cuidado que se realiza con los animales y destacan la inversión económica que implica garantizar su bienestar.
La medida, que entrará en vigor en 2027, busca proteger el bienestar animal y dará un plazo de tres años para que el Gobierno y las autoridades locales desarrollen planes de reconversión laboral y cultural para quienes dependen de estas prácticas genera un panorama de incertidumbre para muchos y sus familias.
Opiniones divididas por decisión de la Corte Constitucional de prohibir corridas de toros
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