Diversos sectores coinciden en que los actores armados ilegales deben deponer las armas que son “monopolio del Estado en el marco de un ejercicio legítimo de la defensa del país”.
El Gobierno, dirigentes políticos y generales retirados exigieron a las Farc la liberación de los secuestrados y hechos de paz para contemplar la posibilidad de acercamientos.
Tras conocer el contenido de una carta difundida a través de Internet por el cabecilla Rodrigo Londoño Echeverry, alias “Timochenko”, el presidente Juan Manuel Santos descartó un diálogo con esa guerrilla que pidió retomar “la agenda del Caguán”.
El proceso del Caguán se dio entre el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) y los cabecillas de las Farc, de enero de 1999 a febrero de 2002, y fracasaron por la barbarie de ese grupo terrorista que no cesó las masacres, secuestros, asaltos y reclutamiento de campesinos, entre otros hechos delictivos.
En su cuenta de Twitter, Santos les exigió voluntad de paz. “No queremos más retórica; el país pide hechos claros de paz. Que se olviden de un nuevo Caguán”, advirtió.
“Las Farc deben dar primero muestras de querer la paz, a través de hechos como la liberación inmediata de los secuestrados, sin ningún tipo de condicionamientos”, sostuvo el director del Partido Liberal, Simón Gaviria.
Jaime Dussán, presidente del Polo Democrático, declaró que “es necesario y urgente que la guerrilla dé mensajes, y una señal importante es la liberación de los secuestrados”.
El liberal Luis Fernando Velasco, presidente de la Comisión Primera del Senado, señaló que “las Farc deben entender que no solo deben comunicarse con el Gobierno sino con el país, pues nadie entiende que hablen de paz y ataquen a los indígenas de Silvia, Cauca, y asesinen policías”.
Entre tanto, el excomandante de las Fuerzas Militares, general en retiro Jorge Mora Rangel, manifestó que el Gobierno “no debe creer en las propuestas mentirosas de las Farc” y señaló que es el Ejecutivo el que debe poner las condiciones.
El general, también retirado, Manuel José Bonett, excomandante del Ejército, opinó que tras el anuncio de una supuesta liberación de secuestrados, los terroristas “están tramando algo”. Planteó que la Fuerza Pública “no debe cesar operaciones” contra esa guerrilla.
Buscan vigencia
El exalto comisionado de Paz, Camilo Gómez, quien participó en los malogrados diálogos con las Farc en San Vicente del Caguán (Caquetá), estimó que ese grupo busca notoriedad con la nueva propuesta de negociaciones.
A juicio de Gómez, "las Farc intentan cobrar alguna vigencia política pero la sociedad ya no les come cuento. Toda esta dialéctica y esta cantidad de frases de poco o nada le sirven si no hay un hecho concreto".
Precisó que el punto en el que terminaron los diálogos del Caguán fue en el compromiso del cese al fuego y la suspensión del secuestro.
"Lo que estábamos discutiendo, en las últimas semanas, se trataba del cese al fuego y la terminación del secuestro. Para todos los colombianos fue público lo que se estaba discutiendo y era que no podía haber una negociación si no había un cese al fuego y hostilidades", destacó.
Gomez señaló que "hay muchas lecciones aprendidas y mucho terreno avanzado. Si ‘Timochenko’ tiene palabra debería retomar el punto de las discusiones donde lo dejamos".
[Alianza con El Mundo]
