En medio de la emergencia del derrumbe de Los Balsos, un vigilante y un empleado de oficios varios se convirtieron en héroes al arriesgar su integridad para evitar personas atrapadas.
Eliécer Londoño y Carlos Mario Parra madrugaron como cada mañana a cumplir con sus labores en una unidad residencial en la loma de Los Balsos. El primero en oficios varios y el segundo como guarda de seguridad.
No solo los une el lugar de trabajo, sino la convicción que tuvieron para convertirse en héroes sin capa para evitar que la emergencia por este derrumbe se convirtiera en una tragedia.
Los hombres detuvieron a los conductores para que no pasaran, incluso, ante el pánico de algunos que hasta chocaron sus camionetas.
Eliécer lleva ocho de sus 48 años en oficios varios y cinco meses en esa unidad residencial. Por su parte, Carlos Mario, de 57 años, cumplió once años en la empresa de vigilancia.
Hoy fueron reconocidos por el mismo alcalde Federico Gutiérrez por la valentía y civismo.
Carlos Mario y Eliécer reconocen que sintieron temor, pero lo volverían hacer con tal de salvar vidas.
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